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Una imagen insólita de este claustro durante la época medieval sería la de ver gente jugando con alquerques.
Una imagen insólita de este claustro durante la época medieval sería la de ver gente jugando con alquerques.
Los alquerques son tableros de juego, eso sí, de piedra, que están grabados, mayoritariamente, sobre la base de algunos de los ventanales del claustro, con lo cual, el claustro fue también, un espacio de juego y entretenimiento. Los alquerques pueden ser de diversas modalidades según el número de fichas utilizadas. Así pues, existe el alquerque de III, el alquerque de IX y el alquerque de XII.
Todos los alquerques localizados en el claustro de la Seu Vella son alquerques de XII, pues requerían de 12 fichas para cada jugador. Por este motivo, son tableros con 25 cavidades redondeadas, 12 para cada jugador, quedando sólo libre la cavidad central para comenzar la partida. La pregunta en todo caso, es, ¿A que jugarías? ¡Te ayudamos! Podrías jugar a una versión antigua de las damas, pero también podrías aprovechar el alquerque y hacer una partida del Tres en Línea.
A pesar de que el origen de los alquerques es incierto, se sabe que egipcios, griegos y romanos ya los conocían y que dentro del mundo andalusí, fueron muy populares. De hecho, la palabra alquerque, proviene de la palabra andalusí al-qariq, que significa "lugar plano". En la época medieval, los alquerques también fueron habituales y aparecen documentados en el "Libro del ajedrez, dados y tablas" que el rey Alfonso X el Sabio ordenó escribir en el siglo XIII como compendio de los principales juegos de la época.
