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Los dos capiteles que te aproximamos muestran una escena cotidiana del siglo XIII como es la vendimia. Se pueden distinguir los racimos, las hojas de parra, así como diferentes personajes cogiendo la uva y poniéndola en cestos.
De hecho, la vid, junto con los cereales, fueron los cultivos más importantes durante los siglos XIII y XIV en las tierras de Lleida. Y es que el pan y el vino, no faltaron nunca en la mesa medieval. Tampoco faltan en la nuestra. Lo que ha cambiado sin embargo, son las cantidades ingeridas, tanto de un producto, como del otro. En época medieval, la ración de pan diaria por persona era de unos 600 gr, mientras que el consumo de vino estaría entre uno o dos litros diarios. Cantidades muy elevadas ,si bien hay que tener presente, varios factores que lo justifican, como por ejemplo que la variedad de productos de hoy en día no existía en aquella época, o que el agua potable no llegaba aún a los hogares, lo que convertía el vino en un líquido mucho más saludable que no el agua contaminada. Por otra parte, el vino ingerido por la mayoría de la población, era vino joven, rebajado con agua, mientras que los vinos envejecidos y de alta graduación quedaban reservados a las clases acomodadas.
