El aspecto actual de la sala de Cortes, donde ahora te encuentras, dista mucho del que tuvo en época medieval, pues no se conserva nada del mobiliario antiguo ni de su decoración. Tampoco se conserva la techumbre, cubierta originalmente con bóvedas de crucería góticas. Aún así, esta Sala de Cortes, fue el escenario donde en 1214, un niño que entonces sólo tenía 6 años, fue coronado rey. Hablamos de Jaime I el Conquistador, sobrenombre que hace referencia al hecho de haber conquistado los reinos musulmanes de Mallorca y Valencia y haberlos incorporado a la Corona de Aragón.
La coronación se celebró en medio de grandes medidas de seguridad y protocolos. Asistió una multitud de gente entre obispos y abades, nobles y caballeros y los representantes de las grandes villas y ciudades. Catalanes y aragoneses, le prestaron juramento de fidelidad y acto seguido, lo coronaron rey. Una vez coronado, se lo llevaron al castillo templario de Monzón, donde durante tres largos años, fue educado como un templario más.
Representado habitualmente como un rey apuesto, valiente, guerrero, atractivo y corpulento, Jaume I vivió, excepcionalmente, 68 años, lo que le ha permitido erigirse como el rey con el reinado más largo de todos los reyes de la antigua Corona de Aragón. Además de conquistador, fue un gran legislador. De su paso por esta ciudad y por este castillo, donde documentalmente, pasó largas temporadas, nos quedan dos privilegios, que otorgados en pleno siglo XIII, aún continúan vigentes en la ciudad. Uno es, la Feria de San Miguel, privilegio otorgado en 1232 y que se celebra cada 29 de septiembre. El otro, la Paeria de Lleida, nombre con el que se conoce el ayuntamiento de la ciudad. La Paeria fue un privilegio concedido en 1264 por el cual otorgaba poder a los leridanos para gobernar su propia ciudad liberándolos así, de cualquier servidumbre feudal.
