flecha_anterior

Estás en la terraza del Castillo del Rey,  un mirador fantástico para contemplar la ciudad y, especialmente, el paisaje. Para orientarte, solo hace falta que localices el campanario de la Seu Vella. Él, te marcará el sur. Así pues, si buscas el norte, y el día acompaña, podrás identificar la Sierra del Montsec, donde la erosión del río Noguera Pallaresa ha perfilado un valle estrecho y de paredes abruptas conocido como el desfiladero de Terradets, que separa el Montsec en dos partes. A tu izquierda, el Montsec de Ares, y a tu derecha, el Montsec de Rúbies. Más allá de la sierra del Montsec, y si el día es muy claro, lo que podrás ver son algunos de los picos más altos de los Pirineos, mientras que si miras al sur, podrás distinguir la sierra del Montsant.

Sin dejar el sur, aunque un poco escondido, podrás localizar el río Segre, un río importantísimo para la ciudad, pues desde antiguo, ha sido su principal fuente de riqueza gracias a la construcción de canales y acequias de regadío que de manera progresiva, han ido transformando un territorio árido y seco, en uno de fértil y productivo. De hecho, uno de los grandes distintivos de Lleida, es su huerta, pero también los campos de cereales, los de viña, y muy especialmente, los de árboles frutales, todo un espectáculo visual en el momento de la floración.