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La puerta románica de San Berenguer es la más austera de todas las puertas románicas de la iglesia. Su nombre proviene del sepulcro del obispo Berenguer de Peralta, que a pesar de no conservarse, estaría situado muy cerca de la puerta, en el interior del templo.
A diferencia de las puertas de la Anunciación o la de los Ahijados, mucho más decoradas, la puerta de San Berenguer únicamente presenta ornamentación en la cornisa superior.

El elemento más destacado es el crismón que localizarás bajo el gran arco apuntado. Un crismón es un dibujo abreviado del nombre de Cristo en el alfabeto griego donde las letras están superpuestas (???sto?). ¡Fíjate! Empieza buscando la X, después la r que en el alfabeto griego adopta la forma de una p, seguidamente la i, la s la encontrarás en la parte inferior y por último la letra t.
A ambos lados del nombre de Cristo, encontrarás dos letras más, son el alfa y la omega, es decir, la primera y última letras del alfabeto griego, con las cuales se refuerza la condición de eternidad de Cristo.
La presencia del crismón tanto en esta puerta como en la puerta de la Anunciación, fue una manera de mostrar, públicamente, el triunfo del cristianismo sobre otras religiones o creencias de aquella época.