En el claustro de la Seu Vella hay unos cuantos alquerques.
Los alquerques fueron juegos de estrategia y entretenimiento habituales en la época medieval, aunque su origen es clásico. La palabra alquerque proviene del nombre andalusí “al-qariq” (“lugar llano”). La versión más popular de este juego es el Alquerque de III, popularmente conocido como el “Tres en línea”, pero también está el Alquerque de IX y el Alquerque de XII.
Los alquerques aparecen documentados en el “Libro del ajedrez, dados y tablas”  que el rey Alfonso X el Sabio ordenó escribir en el siglo XIII como compendio de los principales juegos de la época.
Todos los alquerques localizados en el claustro de la Seu Vella son Alquerques de XII, que requerían veinticuatro fichas o piedrecitas para jugar una partida. La presencia de estos juegos grabados encima de las piedras otorga al claustro de la Seu Vella una particularidad más que hay que añadir a sus dimensiones espectaculares, la riqueza ornamental y su apertura al exterior. Por otra parte, los alquerques convierten el claustro en un espacio de juego y recreo, además de magnífico espacio de bienvenida y acogida, excelente plaza pública de conversación, discusión y crítica, selecto cementerio y escaparate de prestigio social.