La técnica utilizada en este caso es el temple, un hecho poco habitual, dado que fue la pintura al fresco la técnica dominante. Las pinturas de esta capilla ubicada en el claustro, junto a la Puerta de la Sala Capitular, son de gran calidad. La superposición de diferentes pinceladas de colores permitió definir los pliegues y los cortinajes “a la italiana” presentes en los muros laterales, mientras que un cielo estrellado representado en la bóveda otorgó un efecto luminoso a todo el ámbito. La heráldica de los Clavell o Claver, fundadores de la capilla en el año 1319, también está presente.