Fue la alimentación de pobres y peregrinos la iconografía protagonista de las pinturas procedentes de este ámbito destinado a socorrer a los más necesitados. Las pinturas muestran diferentes personajes comiendo y bebiendo en torno a una mesa. El pan y el vino fueron sus principales alimentos. En algunas de las pinturas conservadas aparecen inscripciones con el nombre de los benefactores que hicieron posible el acto de caridad hacia los pobres, así como el tipo de ayuda que establecían. Las pinturas, conservadas entre en el Museu de Lleida: Diocesà i Comarcal y el Palacio Episcopal, abarcan un período situado entre la primera mitad del siglo XIV y la primera mitad del siglo XVI.